Historia
Ce point d’intérêt est disponible en audio dans le circuit: Visita Fira, Balcón de Santorini
Bienvenido a Santorini, una de las islas más fascinantes del Mediterráneo. Estás sobre los vestigios de una antigua civilización y de un cataclismo que cambió el curso de la historia. Hace más de tres mil seiscientos años no estarías admirando esta espectacular caldera, porque Santorini era entonces una isla redonda y próspera llamada “Kalliste”, que significa “la más bella”. Imagina una ciudad floreciente, Akrotiri, con casas de varios pisos, sofisticados sistemas de canalización y frescos magníficos que reflejaban una civilización refinada vinculada a los minoicos de Creta.
Hacia el 1650 antes de nuestra era, el volcán explotó en una erupción catastrófica. La isla se hundió sobre sí misma y nació esta caldera que contemplas hoy. Los habitantes, alertados por señales previas, huyeron a tiempo, pero su civilización quedó enterrada bajo las cenizas, preservada como una Pompeya del Egeo. Durante siglos, la isla permaneció desierta y se convirtió en leyenda. Los fenicios fueron los primeros en regresar, y más tarde los dorios, guiados por el héroe Theras, le dieron su nombre antiguo: Thera. Fue en lo alto del Mesa Vouno donde levantaron su ciudad, lejos de los piratas.
A lo largo de los milenios, Santorini pasó por las manos de grandes potencias: Atenas y su Liga de Delos, el Egipto de los Ptolomeos, Roma y después Bizancio, que la cristianizó. En la Edad Media, tras la caída de Constantinopla en 1204, los venecianos se adueñaron de la isla. Fue entonces cuando surgió el nombre de “Santorini”, derivado de Santa Irene. Familias venecianas como los Sanudo, Crispo y Barozzi se disputaron la isla durante tres siglos, levantando castillos e iglesias. En 1579, los otomanos tomaron el control, pero los habitantes mantuvieron sus tradiciones, sobre todo una viticultura única en la que las viñas crecen en forma de corona pegadas al suelo para resistir el viento.
En 1821, Grecia recuperó su independencia y Santorini retomó oficialmente su nombre antiguo de Thera. Sin embargo, el 9 de julio de 1956 un terremoto volvió a golpear la isla, causando 48 muertos y destruyendo más de dos mil casas. El éxodo hacia Atenas dejó casi vacía la isla. Fue en los años sesenta cuando los arqueólogos redescubrieron Akrotiri y mostraron al mundo sus tesoros enterrados. Así nació el turismo, atraído por esa historia extraordinaria y por los paisajes únicos modelados por el volcán. Los santorinenses reconstruyeron sus pueblos blancos de cúpulas azules, creando la imagen icónica que hoy admiras.
Bajo tus pies, el volcán sigue vivo y en 2025 nuevos temblores recordaron que Santorini continúa siendo imprevisible. Pero es precisamente esa fuerza telúrica la que ha dado lugar a sus vinos excepcionales, a sus tierras fértiles y a esta belleza impresionante. Aquí eres testigo de cuatro mil años de historia, en una isla que vio nacer y desaparecer civilizaciones, que inspiró el mito de la Atlántida y que aún sigue maravillando al mundo.
Cada atardecer que contemples se refleja en las aguas de esta caldera nacida del fuego, testigo eterno del poder creador y destructor de la naturaleza. Disfruta tu visita en esta isla única, donde cada piedra guarda una historia, cada vista encierra un misterio y donde la eternidad se mide a escala de volcanes.
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