Los obuses de Estrasburgo

Fíjate aquí en la cervecería “Au Canon”, en la esquina de la calle d’Austerlitz. ¿Has visto ese obús curioso incrustado en su fachada como si se hubiera detenido en pleno vuelo? Hay 8 de estos obuses dispersos por toda la ciudad de Estrasburgo. Son reliquias de la guerra de 1870 contra Prusia, desactivados y colocados en las fachadas como símbolos de resistencia. En la plaza del Templo, en la plaza de la Catedral, en la calle du Marché aux Grains y en muchos otros lugares de la ciudad, encontrarás estos registros de historia, congelados en el tiempo y en el espacio siendo testigos silenciosos de una batalla intensa y dolorosa. Durante 46 días, 200.000 obuses llovieron sobre Estrasburgo, ¡unos 300 obuses por hora! Era una verdadera tormenta de fuego. Un tercio de la ciudad quedó destruida y muchos habitantes quedaron sin hogar. Después de la caída de Estrasburgo en manos de los alemanes en septiembre de 1870 los ciudadanos decidieron mostrar su desafío al nuevo ocupante colocando obuses en sus fachadas. Este obús que ves aquí en la cervecería “Au Canon” le da un doble significado al nombre del lugar. Esta cervecería, una de las más antiguas de Estrasburgo abrió sus puertas en 1664. “Au Canon” ahora evoca tanto disfrutar de una cerveza como el obús incrustado en su fachada. La tradición cervecera de Estrasburgo es parte esencial del patrimonio alsaciano y aún hoy representa al 60% de la producción nacional. ¡Es impresionante! Los primeros indicios de elaboración de cerveza en la ciudad se remontan al año 961, cuando se mencionó una donación de cerveza para las fiestas de la Natividad en la Catedral de Notre-Dame. Durante la Edad Media, los monjes eran los principales cerveceros y las cervecerías se encontraban en los monasterios. Luego surgieron las agrupaciones de cerveceros. Para el siglo XVI, Estrasburgo tenía 6 cervecerías y, para el siglo XVIII, ¡Alsacia tenía cerca de 300! En 1847, una nueva técnica de fermentación llegó a Alsacia, garantizando una calidad constante de la cerveza durante todo el año. Las cervecerías se trasladaron entonces fuera del centro de la ciudad para tener espacio para bodegas y equipos de vapor, marcando el inicio de la industrialización. ¡En 1865, incluso había un tren de cerveza que conectaba Estrasburgo con París todos los días, excepto los domingos! Hoy en día, el interés por la cerveza artesanal está en auge y cada vez hay más microcervecerías que ofrecen mezclas deliciosas. No puedes dejar Alsacia sin probar sus cervezas de renombre. Las opciones son abundantes, desde los bares clásicos hasta los establecimientos históricos como la icónica cervecería Le Tigre o la Villa Meteor en Hochfelden, junto con diversas actividades ofrecidas por la ciudad, como juegos de pistas temáticos o fiestas de la cerveza en Schiltigheim. ¡Incluso puedes aprender a hacer tu propia cerveza!