The Royal Mile

Aquí estás en la calle principal de Edimburgo, que conecta dos de los monumentos más emblemáticos de la ciudad: el Castillo de Edimburgo y el Palacio Real de Holyroodhouse.

Debe su nombre a su longitud, simplemente, que es de una milla, es decir, casi 2 km.

A través de esta calle donde tiendas, restaurantes, bares y otros comercios se instalan en las casas típicas, en realidad se pasa de la residencia tradicional de los antiguos reyes de Escocia, el Castillo de Edimburgo, a la moderna residencia real, el Palacio de Holyrood.

La verdadera peculiaridad de esta calle, que en realidad es un conjunto de varias calles, es que hay pequeños pasajes secretos a lo largo, llamados “closes” o “wynds”. ¡Estos pequeños pasajes a menudo conducen directamente a patios interiores que, rodeados de hermosas casas de época, realmente encantadoras! No dudes en entrar en estos pasajes si ves uno que esté abierto: muchos de ellos han sido cerrados al público, ¡pero algunos permanecen abiertos para el deleite de los visitantes!

A lo largo de la Royal Mile, te harás una buena idea de la arquitectura escocesa, que revela casas pegadas entre sí, que recuerdan el pasado medieval de la ciudad, cuando estaba superpoblada.

La parte que se encuentra en el lado del castillo es la más antigua de la ciudad, mientras que la que se encuentra en el lado del palacio fue una vez un pueblo independiente, separado de la ciudad de Edimburgo por una gran puerta, cuya ubicación se materializó en el suelo por pequeñas baldosas metálicas en la calle Jeffrey.

Esta parte de Edimburgo también se llamaba The World’s End, el fin del mundo, ya que marcaba la salida de la ciudad para ir a tierras desconocidas. Hoy en día, es una parte integral de la ciudad y de la Royal Mile, ¡sin duda la calle más turística de la capital escocesa!