Dunbar’s Close Garden

Además de revelar grandes monumentos cargados de historia en todos los rincones de sus calles, Edimburgo es conocida por contar con decenas de patios interiores escondidos en el corazón de las viviendas, que solo son visibles al pasar por pequeñas callejuelas estrechas.

Aquí se dibuja ante ti un pequeño remanso de paz, que retoma las mismas características que los jardines que adornaban las casas de la calle en el siglo XVII. Sin embargo, no es uno de los originales, ya que fue diseñado en la década de 1970 por un arquitecto paisajista, Seamus Filor, que quería que este jardín permitiera a los residentes escapar del bullicio de la ciudad por un momento, lejos de las multitudes y los automóviles.

Y es una apuesta acertada ya que este pequeño jardín escondido en medio de las casas es el lugar ideal para relajarse, aunque esté bastante concurrido durante la temporada alta. Su nombre proviene de un famoso abogado que vivía en una de las casas que lo rodean, David Dunbar. Rico y poderoso, probablemente debería haber tenido un jardín bastante similar a este en el siglo XVIII, como muchos de los edimburgueses que vivían en este barrio conocido por albergar en ese momento grandes casas reservadas para la nobleza.

Picnic al mediodía, relajación al final del día, ¡este pequeño patio es ideal para descansar!