Para continuar tu visita de Dunquerque, dirígete al barrio Rosendaël, el barrio “Excentric”: ¡encontrarás muchos edificios Art Deco construidos entre 1927 y 1939 que te sorprenderán! Coloridas y de formas poco convencionales, las casas de este barrio fueron pensadas como verdaderas obras de arte por François Reynaert, arquitecto de Dunquerque que hizo de esta parte de Dunquerque un barrio único y muy visitado.
Si tienes un vehículo a disposición y deseas visitar los alrededores de Dunquerque, diríjete a Leffrinckoucke y su Fort des Dunes, sorprendente edificio testigo de la arquitectura militar construido en 1878 para proteger Dunquerque y su
puerto. ¡Una visita que retrata la historia militar de Dunquerque y su región!
Bergues
Para continuar, también puedes ir a descubrir Bergues, una hermosa ciudad fortificada ubicada a 10 km de Dunquerque, considerada como uno de los lugares más bellos de Francia. Allí encontrarás un elegante campanario, en el que podrás subir para disfrutar de unas magníficas vistas de la región. Además, es el pueblo en el que viven los personajes de la famosa película de Danny Boon, Bienvenue chez les Ch ’tis, Bienvenidos al norte, en español.
Cassel
Un poco más en el interior, se encuentra otro pueblo para visitar: Cassel. Descubrirás su Grand ‘Place, que muestra una arquitectura muy típica de Flandes francés, y el Monte Cassel, donde tendrás una magnífica vista panorámica de los alrededores y donde verás un molino, símbolo de la antigua actividad comercial del lugar.
Saint-Omer
A solo unos pocos kilómetros de Cassel, tendrás la oportunidad de detenerte en Saint-Omer, Ciudad de Arte e Historia. Antigua ciudad medieval, nos ofrece un centro histórico con edificios excepcionales, incluida su catedral ricamente decorada. Pero una de las visitas imperdibles de la ciudad es su pantano único en Francia, el pantano Audomarois. Compuesto por alrededor de 13.000 parcelas cultivadas por más de 5.000 propietarios, es un espacio notable donde es muy agradable pasear y observar su asombrosa biodiversidad.
La Costa de Ópalo
Saint-Omer se encuentra a las puertas del Parque Regional de los Cabos y Marismas de Ópalo. Lugar de senderismo ineludible en la región, presenta una gran diversidad de paisajes que sin duda merece la pena visitar. En el litoral, la Costa de Ópalo, que bordea el mar, nos muestra espacios naturales notablemente bien conservados que te aconsejo que descubras si te quedas un poco en la región.
Gravelines
En la Costa de Ópalo, encontrarás Gravelines, uno de los lugares más bellos de Francia. Esta ciudad amurallada ofrece un rico patrimonio histórico: su campanario, su faro, sus murallas o su ayuntamiento son dignos de ver. Además, cuenta con una playa de arena fina muy agradable para pasear y bañarse. Se tarda unos 30 minutos en coche desde Dunquerque.
Calais
Continúa tu camino siguiendo el mar y llegarás a Calais, donde podrás parar un rato para descubrir una ciudad portuaria que tiene una historia muy cargada. Visita su campanario, su Cité de la Dentelle et de la Mode, sus puertos y su muelle, y tómate tu tiempo para relajarte en su playa o en el Cap Blanc-Nez, magnífico paraje natural situado a pocos kilómetros.
Lille
Si deseas descubrir una ciudad animada y rica, con un patrimonio histórico propio del norte de Francia, no dudes en reservar un día o dos en Lille, que está a solo una hora en coche de Dunquerque. Su centro histórico merece claramente una visita, al igual que su deliciosa gastronomía. ¡Un lugar imperdible de Hauts-de-France!
Brujas
Finalmente, en Dunquerque, estás a las puertas de la frontera con Bélgica. Es una oportunidad para cambiar de país y visitar los tesoros que esconde la magnífica ciudad de Brujas, a la que llegarás en menos de una hora en coche. Esta encantadora ciudad de canales románticos ha sido durante mucho tiempo una plaza fuerte del condado de Flandes, por lo que aún conserva un rico patrimonio histórico.
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