¡Atención! Durante el Ramadán, se les ruega a los visitantes, ya sean musulmanes o no, adoptar las mismas reglas que a los habitantes, es decir, no tomar (incluso agua), no comer, fumar o escuchar música en público. Ciertos restaurantes, comercios y atracciones pueden estar cerrados durante el día en esta época, pero varios restaurantes, principalmente en los hoteles, ponen a dispocisión salas o biombos destinados a ocultar a los visitantes que coman o tomen algo. Hombros y piernas deben estar cubiertos. Al caer la noche, la ciudad cobra vida et los dubaitíes se juntan para comer, tomar, fumar shisha en un ambiente festivo que contrasta significativamente con el del día, durante el cual las calles están casi desiertas. Una experiencia única para vivir, pero que tal vez no te permitirá realizar todas las actividades que habías previsto. Así que, ¡verifica bien las fechas del Ramadán antes de planificar tu visita de Dubái!
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