Plaza Grangier

Inaugurada en 1911, la Plaza Grangier brinda una vista impresionante del Hôtel des Postes, una oficina de correos construida en 1907 en estilo Luis XVI. Si se pudo construir algo tan grande, es porque antes se erigía aquí el castillo de Dijon, demolido a finales del siglo XIX. Debemos el edificio al arquitecto Louis Perreau. Está adornado con un reloj en la esquina y está rodeado de esculturas de Paul Gasq, un escultor dijonnais. El “Hôtel des Postes”, conocido actualmente como “Les Postes Grangier”, no solo alberga la oficina de correos, sino también diversas tiendas, desde su renovación en 2013. El edificio que se encuentra a su derecha, del otro lado de la calle se llama el edificio Modern Style. Presenta un estilo arquitectónico derivado del modernismo, que contrasta fuertemente con el de su vecino. Sin embargo, ambos fueron construidos por el mismo arquitecto, en la misma época. Las dos fachadas, una que da a la Rue du Château y otra a la Rue du Temple, son idénticas y se unen para formar la estrecha fachada de la esquina. Esta última está adornada, en la parte superior del techo, con esculturas de hojas de vid y racimos de uvas. Estos dos magníficos edificios dan a esta plaza, ubicada a dos pasos del centro de la ciudad, un interés especial debido a la elegancia de su arquitectura. La plaza fue nombrada en homenaje a Henri Grangier y su esposa, Sophie, quienes fueron grandes benefactores de la ciudad a fines del siglo XIX. Al seguir avanzando, a tu izquierda, encontrarás una escultura muy peculiar llamada ‘Le Compteur du Temps’, el contador del tiempo. Esta obra representa una esfera con relojes a ambos lados, indicando la hora de las grandes ciudades del mundo. En la cima, se encuentra un hombre sentado en la esfera que indica la hora de Dijon. Instalada en 2020, esta escultura contribuye a hacer de la Plaza Grangier una de las más interesantes de la ciudad.