Teatro Chicago

Tan magnífico como emblemático, ¡estás ante el soberbio Teatro de Chicago! Abrió sus puertas en 1921, en un brillante estilo barroco que marcaría el tono para la apertura de futuros cines en Estados Unidos. En los años veinte, la gente quería competir con la opulencia y el lujo de la ópera. El público necesitaba un cambio de escenario desde la entrada y el vestíbulo. Muy lejos de las salas oscuras a las que estás acostumbrado, los cines estadounidenses del siglo XX son tesoros arquitectónicos, como el Lowe’s Paradise y el Roxy de Nueva York, cuyas salas están llenas de esculturas y recubrimientos de oro dignos de la Ópera de Viena. En fin, volvamos a nuestro emblemático Teatro de Chicago. Durante 40 años, el cine proyectó estrenos mundiales de películas y acogió a los más grandes nombres del espectáculo. El enorme panel de la entrada vivió su apogeo y se cubrió de nombres de la escena estadounidense e internacional. Sin embargo, en la década de 1980, el teatro había sido abandonado por sus clientes, y poco a poco fue cayendo en el olvido, hasta que se programó su demolición. Un grupo de entusiastas, apoyados por la ciudad, se unieron para salvarlo, y consiguieron comprarlo y renovarlo. En 1986, Frank Sinatra hizo los honores en una gran ceremonia de inauguración. Desde entonces, se pueden ver musicales, monólogos, espectáculos de magia y conciertos en un auditorio inspirado en el castillo de Versalles, acompañados por otras 3.600 personas. Está protegido por el Chicago Landmark y figura en el Registro Nacional de Lugares Históricos.