Apodos de Chicago

Mira hacia arriba y verás una pequeña estatua de bronce de una mujer surgiendo de las aguas del lago Michigan, rodeada de llamas, animales y trigo. Representa el renacimiento de la ciudad tras el Gran Incendio, y cómo pasó a convertirse en una urbe pionera en muchos campos. Pero hablemos de los muchos apodos de Chicago. Seguro que has oído hablar de la Ciudad del Viento. Es cierto que su ubicación junto al lago favorece los vientos racheados, que pueden ser helados en invierno. Pero en realidad, no hay más viento en Chicago que en cualquier otro sitio. Si preguntas a los lugareños, entonces, por qué windy city, te dirán que aquí windy significa viento en el sentido de mover mucho aire y que el apodo en realidad está pensado para los políticos que hablan mucho pero no hacen gran cosa. Pero Chicago también tiene otros apodos : en la década de 1840, por ejemplo, era conocida como Porkopolis, por sus grandes mataderos. De hecho, a finales del siglo XIX, Chicago producía el 80% de la carne que se consumía en Estados Unidos. En otro orden de ideas, y a contracorriente, también se dice que Chicago es una ciudad muy trabajadora. Esta idea tiene su origen en la diferencia horaria. Como la mayoría de los negocios se hacen con Nueva York, más al este, los empresarios de Chicago tienen que madrugar debido a la diferencia horaria. También se la conoce a veces como la ciudad de Lincoln, durante muchos años representante de Illinois. Es una ciudad de política decididamente demócrata. Obama fue profesor en la Universidad de Chicago y Hillary Clinton creció allí. Como saben, también se la ha llamado la capital del crimen. Durante la Ley Seca, Chicago se convirtió en la capital del crimen organizado en torno a Frank Nitti, Bugs Moran y Al Capone. La Ley Seca fue un periodo en Estados Unidos, de los años 20 a los 30, durante el cual una enmienda a la constitución estadounidense prohibió la fabricación, el transporte, la venta, la importación y la exportación de bebidas alcohólicas. Inevitablemente, prohibir algo que todo el mundo quiere abre un amplio abanico de posibilidades a los gángsters. Chicago estaba cerca de Canadá, de donde procedía el contrabando, así que la mafia se organizó y corrompió a muchos policías, jueces y políticos. Fue una época de violencia, guerras entre bandas, bares clandestinos y redes de túneles subterráneos. Pero que no cunda el pánico, ¡los tiempos han cambiado! Dicho esto, si te apetece sumergirte en el ambiente de las películas de gángsters y seguir los pasos de Al Capone, pasa una velada en el Green Mill, llamado así en un guiño al Moulin Rouge sin asociarlo con el barrio rojo. Es el bar de Al Capone. Con su ambiente de club de jazz vintage y su escotilla de escape en caso de redada policial, es como estar allí.