Iglesia de Saint-Michel

Ahora hablemos de la pequeña iglesia de Saint-Michel que ves en la plaza. Clasificada como monumento histórico, es de un estilo llamado arte barroco saboyano que se desarrolló en el antiguo ducado de Saboya a partir de mediados del siglo XVI. Pero la historia de la iglesia de Chamonix es mucho más antigua y está anclada en el valle desde hace casi mil años. Todo comienza a finales del siglo XI, cuando los condes de Ginebra (que gobernaron la región durante unos tres siglos) donaron el valle de Chamonix a una abadía benedictina situada en el actual Piamonte italiano: la abadía de San Michele della Chiusa. Para administrar su nueva posesión alpina, los monjes envían una pequeña comunidad al lugar. Así nació el priorato de Chamonix. Entonces construyen una primera iglesia dedicada al Arcángel San Miguel, el protector de las montañas y de los viajeros. A lo largo de los siglos, el priorato pierde su importancia, pero su iglesia permanece, convirtiéndose poco a poco en la parroquia de Chamonix. Del primer edificio construido por los benedictinos en el siglo XI, sólo queda la torre del campanario. El edificio que tienes ante ti es el resultado de una primera reconstrucción en 1707, seguida de varias renovaciones y ampliaciones en los siglos siguientes. Cada 15 de agosto, la plaza de la iglesia acoge la tradicional Fiesta de los Guías. Una ceremonia que rinde homenaje a los guías desaparecidos en la montaña y celebra la llegada de los nuevos miembros de la Compañía de Guías de Chamonix. Y si te apetece echar un vistazo al interior, la iglesia está abierta todos los días, de 6:00 a 19:00.