1999: el año terrible

Ya estás de vuelta en la plaza del Mont Blanc, frente al macizo. Un escenario majestuoso… pero que, a veces, también recuerda la parte más oscura de la montaña. Me gustaría hablarte aquí de dos tragedias que han marcado profundamente el valle, ambas relacionadas, de alguna manera, con este gigante de las nieves. El año 1999 fue realmente un año negro. El 9 de febrero, después de unas nevadas excepcionales, una avalancha de nieve en polvo masiva se desprende de las laderas del Bec du Lachat, a unos 2600 metros de altitud y desciende rápidamente más de 1500 metros, llevándose todo a su paso, hasta el fondo del valle. Alrededor de 300000 m³ de nieve que caían a más de 100 km/hora chocaron con la aldea de Montroc, en el extremo norte de Chamonix. La avalancha se tragó 14 cabañas y dañó otras 6, causando la muerte de 12 personas atrapadas bajo la nieve en su propia casa. Un evento fulminante y monstruoso que tuvo un profundo impacto en la gestión de los riesgos de avalancha en Francia. Se han mejorado los sistemas de alerta, se han endurecido las prohibiciones de construcción en zonas de riesgo y se han puesto en marcha campañas de sensibilización del público y nuevos planes de prevención de riesgos. El municipio continuó de luto cuando el 24 de marzo de 1999, apenas unas semanas después, otro drama se abate sobre el valle. Alrededor de las 11:00, un camión frigorífico belga entra en el túnel del Mont-Blanc, cargado de harina y margarina. Por una razón aún debatida hoy -probablemente un sobrecalentamiento mecánico- comienza a salir humo del vehículo. El conductor se detiene, trata de reaccionar y luego logra escapar a pie. Los vehículos que llegaron detrás no tuvieron esa suerte y quedaron atrapados en este largo tubo de hormigón de 11 km. Peor aún, los sistemas de alerta no eran muy eficientes en ese momento, por lo que una docena de vehículos adicionales se colaron en el túnel mientras el incendio ya causaba estragos. Muy rápidamente, el humo tóxico, el calor intenso y el efecto chimenea hacen imposible cualquier posibilidad de supervivencia. El incendio, de una intensidad excepcional, duró en total más de 50 horas en un calor inimaginable de más de 1000°C. Incluso las salidas de emergencia y las puertas cortafuegos desaparecieron en las llamas. Frente a este horno, los socorristas son impotentes. Los camiones de bomberos no pueden comprometerse, las comunicaciones entre los equipos franceses e italianos son difíciles, y la ventilación del túnel empeora la situación en lugar de mejorarla. En total, 39 personas perderán la vida en este drama de una violencia inaudita. El túnel permanecerá cerrado durante 3 años. No te preocupes si planeas tomarlo, la catástrofe del túnel del Mont Blanc, con su dolor también permitió un profundo cuestionamiento. Los túneles europeos están ahora mucho mejor equipados, con sistemas de seguridad modernizados, rutas de evacuación rediseñadas y una coordinación transfronteriza reforzada. Ambas catástrofes están siempre muy presentes en la memoria colectiva y forman parte integral de la historia de Chamonix. Hoy, el valle no olvida a sus víctimas. Estos dramas han dejado huellas indelebles, pero también han reforzado la solidaridad, la vigilancia y el respeto que todo el mundo tiene aquí por la montaña.