Las callejuelas secretas de Chambéry

Si alguna vez has visitado el barrio del Viejo Lyon, seguramente estás familiarizado con el sistema de traboules, esos pasajes secretos que permiten cruzar los patios de los edificios y conectar a dos calles paralelas. Sin embargo, tenga en cuenta que el término “traboules” está reservado para la ciudad de Lyon. Aquí, en Chambéry, los llamamos “allées”, que significa callejuelas, y hay alrededor de un centenar de ellos. Estos pasajes surgieron en el siglo XIV, con la aparición del toisé. Este era un impuesto que los comerciantes y artesanos debían pagar y que se calculaba en función del ancho de sus tiendas. Es importante señalar que este impuesto era muy caro en Chambéry, aproximadamente el doble de lo que se cobraba en Lyon. Por lo tanto, para minimizar este gasto, los habitantes construyeron sus tiendas y viviendas de la manera más estrecha posible. Esto dio lugar a una construcción llamada “en lanièr”e que moldeó la urbanización del casco antiguo. En esa época, las allées estaban al aire libre, pero eran estrechas e insalubres ya que constituían los bajos fondos de la ciudad medieval, afectados por la peste y el cólera. Fueron cubiertas en el siglo XVI, con la desaparición del impuesto y la revalorización de las fachadas. Hoy en día, las allées secretas de Chambéry son el centro de una puesta en valor del patrimonio, y se anima a los propietarios a realizar renovaciones. Estamos ahora, frente a la puerta Celse Morin, cuyos extraños relieves y ornamentos destacan el interés del autor por la alquimia. Fue construida en el siglo XVI para cerrar el callejón que bordeaba la residencia de Celse Morin, quien era consejero en el parlamento francés de Chambéry. Cuando la puerta fue dañada por los bombardeos aliados en el 44, fue desmontada y colocada en el museo municipal antes de ser reconstruida piedra por piedra en su ubicación actual en 1982. Discreta, sigue siendo un misterio total, enterrado en el corazón de Chambéry.