Plaza Santo Domingo

Venir a la Plaza Santo Domingo es poner un pie en uno de los lugares más populares de Cartagena. Nombrado por la iglesia que se encuentra en una de sus tres esquinas, a este espacio público nunca le falta animación. Cuando no es el bullicio de las mesas de los restaurantes lo que ocupa toda la atención, son las melodías de los músicos las que marcan el ritmo de la atmósfera y las coreografías milimetradas de los bailarines las que se encadenan en los azulejos. Pero no te preocupes, cuando estas atracciones temporales llegan a su fin, la animación continúa con otras dos curiosidades permanentes. Por un lado, tenemos la iglesia de Santo Domingo, que según la leyenda, el campanario se movió a la derecha después de que Dios, enojado con un sacerdote de la parroquia, sopló de rabia sobre él. Luego, en un contexto mucho menos piadoso, nos interesamos por la estatua de la Gorda Gertrudis, realizada por el artista colombiano Fernando Botero. Más que analizar sus generosas formas, te animamos a tocarlas. La costumbre local indica que los que acaricien su pecho tendrán una larga historia de amor, mientras que los que toquen su trasero tendrán más suerte. Si nos fijamos en el tono de estas dos áreas corporales, en comparación con el resto del cuerpo, podemos adivinar que algunos han hecho fácilmente su elección. ¡Haz tú la tuya!