Mercado

Nos encontramos ante un edificio que suscitará el interés de muchos: el mercado de Carcasona. Construido a mediados del siglo XVIII, este antiguo mercado de grano estaba situado en la plaza del Pilori, donde se exponía a los ladrones para su castigo. Hoy en día alberga el mercado cubierto. Aprovecho la ocasión para hablarte de algunas de las especialidades de Carcasona que no debes perderte. Una de ellas seguramente te venga a la mente: el cassoulet (un estofado), que es una verdadera especialidad de la región de Languedoc. Este sabroso plato se elabora con alubias blancas, a las que se añade pato o ganso confitado, tocino, cortezas, codillo de cerdo, salchichón y cordero o perdiz, según la receta y la ciudad en la que se prepare. Y se suelen añadir algunas verduras. En Carcasona, el pato también ocupa un lugar preferente. Lo encontrarás en multitud de platos. En particular, podrás degustar mollejas de pato, magret o confit, o bien foie gras. Y si eres de los más atrevidos, no olvides probar los caracoles a la manera de Languedoc, que se sirven con jamón serrano, anchoas frescas, nueces, tomates y ajo, lo que les confiere un sabor muy típico de la región. Si pasas por una panadería, seguro que te encuentras una especialidad llamada “fougasses aux fritons”, que es una masa de pan rellena de tocino y especias, ideal para comer sobre la marcha. También encontrarás en el mercado y en algunas tiendas de la ciudad, trufas negras del Aude, procedentes de las laderas de la Montaña Negra. Si te decantas por algo dulce, no te vayas sin probar la Carcassonnais, un dulce elaborado con masa de brioche rellena de crema pastelera y trozos de fruta confitada. No debe confundirse con el “Petit Carcassonnais,” que es un pequeño pastel ovalado parecido a una magdalena y aromatizado con piel de naranja confitada. Pero el postre que tiene a todo el mundo de acuerdo aquí es el “cassoulet glacé”, que rinde homenaje a este famoso plato. Se trata de un pastel helado en forma de cazuela de turrón, relleno de helado de vainilla, castañas y guindas. Y si eres un amante del anís, puedes pedir un “Tourgnol”, que es un brioche blando aromatizado con anís. Por supuesto, si buscas especialidades para llevar a casa, te recomendamos los “Ecus de la Cité”, unos chocolates con la efigie de la ciudad fortificada, y los “Tap de Limos”, bombones con forma de corcho de champán, rellenos de una suave pasta cremosa, elaborada con uvas maceradas en orujo de chardonnay añejo de Limoux. Y si Limoux es conocida por su vino, también lo es por sus turrones que encontrarás a la venta en Carcasona. Puedes acompañar todo esto con uno de los numerosos vinos de la región, a elegir entre: Limoux, Cabardès, Corbières, Minervois, Malepère o los vinos de la ciudad medieval de Carcasona. ¡A tu salud!