Bastida de San Luis

Como ya te habrás dado cuenta, Carcasona está dividida en dos partes: la ciudad medieval, encaramada en su peñasco y rodeada de sus suburbios, y la ciudad baja, conocida como la bastida de San Luis, al otro lado del Aude. Esta última fue creada en 1247 por el rey llamado San Luis o Luis IX. Acababa de arrebatar la ciudad a la dinastía Trencavel y de incorporarla al dominio real. Colocó a su senescal, como su representante en el palacio condal y expulsó a los habitantes de la ciudad. A partir de entonces, construyó la ciudad baja, al otro lado del río, a gran distancia de él, para acoger a los habitantes de Carcasona. De este modo, se construyó una nueva ciudad de planta cuadrangular, articulada en torno a una plaza central, la plaza Carnot, dotada de edificios típicos de la arquitectura del sur de Francia. Durante el Renacimiento, la ciudad se vió dotada de numerosos casoplones, construidos para los ricos comerciantes de telas, que hacían fortuna en la ciudad fortificada. En el siglo XVIII, los grandes bulevares fueron sustituyendo a las murallas que rodeaban la ciudad. En los últimos años, la ciudad ha sido restaurada para mostrar el patrimonio histórico del que sigue haciendo gala hoy en día, así como sus acogedoras plazas y su proximidad al Canal del Midi. Siendo el lugar de encuentro social de los habitantes, aquí encontrarás numerosas tiendas, bares y restaurantes que no te puedes perder.