El Castillo Vallombrosa

Alojada en su espolón rocoso, pero cerca por sus sorprendentes dimensiones, el château de Vallombrosa forma parte de las propiedades más bellas de Cannes. Le debemos su construcción en 1852 al promotor británico Sir Thomas Robinson Woolfield que, dándole vida, enriquece su abanico de mansiones de alto standing susceptibles de interesar a potenciales compradores adinerados. Al igual que los castillos escoceses, con sus nueve inmensas torres, decoradas con almenas y matacanes, el edificio presenta un estilo completamente nuevo que en ese momento causó furor en la Costa Azul. Y así es como llama la atención de la rica familia franco-italiana Vallombrosa, que lo adquirió en 1861. A pesar de un aspecto poderoso y prestigioso, los nuevos propietarios terminan compartiendo la misma opinión que el escritor Prosper Mérimée, quien percibía su residencia como “un gran castillo feo construido por ingleses, es decir, en un estilo de arquitectura muy insoportable de ver”. Por lo tanto, se llevarán a cabo varias ampliaciones, como la adición de una capilla y la creación de un parque circundante en el que le gustaba caminar hasta a la reina Victoria en el pasado. Vendido a un rico hotelero alemán en 1893, que hará del lugar el hotel más lujoso de la Riviera, el castillo Vallombrosa es desde 1934 un establecimiento de condominio privado para clases sociales acomodadas.