Torre del Vigía

Calais, aunque duramente golpeada por las dos guerras mundiales, conserva aún un testigo orgulloso de su pasado medieval: la Torre del Vigía. Restos del antiguo castillo y parte del sistema defensivo de la ciudad fortificada, esta torre habría ocupado el mismo lugar desde el siglo XIII. Sin complicaciones, su nombre ya lo dice todo: aquí trabajaban los vigías, hasta 1905. Y ojo, no era un cargo cualquiera. La más mínima falta de atención podía poner en peligro la seguridad de la ciudad… y costarte directamente una temporada en la cárcel. Además de vigilar las costas y anticipar posibles amenazas, la torre también sirvió como faro y luego como central telefónica durante más de tres décadas. Hoy, aunque no cumple con las normas actuales de seguridad y no puede visitarse, sigue siendo una presencia imponente en el paisaje urbano. Desde 1931, está clasificada como monumento histórico.