Museo de Bellas Artes de Calais

Sí, es verdad: el Museo de Bellas Artes de Calais no tiene el marco más glamuroso. A diferencia de otros museos franceses instalados en antiguos conventos, palacetes o villas con encanto, aquí se trata de un edificio cúbico y funcional de los años 60. Al menos desde junio de 2009, porque antes de llegar a este espacio diseñado por el arquitecto Paul Pamart, el museo tuvo varias sedes. Durante años, estuvo ubicado en el precioso antiguo Ayuntamiento, en la plaza de Armas. Pero eso cambió tras un terrible incendio causado por los bombardeos alemanes durante la Segunda Guerra Mundial. El desastre fue tal que se perdieron numerosas obras de grandes maestros como Van Dyck, Poussin o Lebrun. En 2023, aprovechando unas obras de renovación, el museo repensó por completo su recorrido: nuevas salas, obras rescatadas de las reservas, y donaciones recientes de familias de artistas. El resultado: más de 250 obras —entre pinturas, dibujos, esculturas y fotografías— expuestas sobre 1600 metros cuadrados de luz y de contraste. Aquí, acuarelas de Turner comparten espacio con esculturas de Carpeaux y Rodin, mientras las creaciones provocadoras de Dubuffet, Annette Messager o Ben dialogan con obras de Bourdelle, Pompon o Félix Del Marle. Y si algunos nombres no te resultan familiares, este museo es una invitación ideal a la curiosidad. Mención especial para el taller del escultor normando Henri Delcambre, reconstruido a partir de una generosa donación familiar, que permite sumergirse en el corazón del proceso artístico del siglo pasado. Entre figuración y abstracción, clasicismo y vanguardia, el museo no solo busca impresionar… también te hace pensar. Reinterpreta el arte, rompe moldes y propone nuevas miradas.