Columna Louis XVIII

Con su aspecto sobrio y elegante, esta columna de piedra blanca, situada en el barrio del Courgain Maritime, conmemora un episodio curioso de la historia de Calais. Para entenderlo, hay que rebobinar un poco. Tras perder la batalla de Waterloo frente a la coalición europea, Napoleón abdica y parte al exilio en la isla de Elba, dejando el país sin gobierno. Para llenar ese vacío, se recurre a Luis XVIII, que acepta tomar de nuevo la corona de Francia. Desde Inglaterra, donde llevaba exiliado nada menos que 23 años, el soberano decide volver lo antes posible a la capital. ¿La ruta más corta? Por Calais, claro. Allí, lo reciben con honores y gran ceremonia todos los notables de la ciudad. Dos días después, ya está camino de París. De aquel momento histórico quedan esta columna y una placa donde, según cuenta la tradición, quedó marcada la huella del pie real. Todo el conjunto fue declarado monumento histórico en 1933.