Barrio de la Marina

La vía Roma, con sus elegantes fachadas de estilo Liberty y sus arcadas repletas de terrazas y tiendas, recorre el paseo marítimo de Cagliari y es una de las calles más emblemáticas de la ciudad. Muy querida por los locales, es el lugar ideal para disfrutar de la famosa passeggiata italiana, ese paseo de final de tarde donde los habitantes, siempre bien arreglados, salen a caminar, a mirar escaparates y a saludar conocidos.

El barrio de la Marina, que se extiende justo detrás, también es perfecto para lanzarte al mar. Hay un montón de excursiones disponibles: puedes salir al amanecer, pasar el día explorando la costa, o embarcarte al atardecer para tomar un aperitivo frente al sol que se esconde en el horizonte.

Y si tienes licencia de navegación, no dudes en alquilar una embarcación y recorrer la costa a tu ritmo. En cualquier caso, el barrio de la Marina es ideal para pasear, hacer compras o simplemente dejar volar la imaginación frente al mar.

También está lleno de restaurantes, así que… ¿por qué no dejarte tentar por alguna de las especialidades sardas? Prueba, por ejemplo, los culurgiones: unos raviolis con forma de espiga, rellenos de una mezcla suave de patata y carne, o de ricotta, ajo y menta.

Otra delicia típica son las fregolas, una especie de sémola gruesa con orígenes muy antiguos, probablemente introducida a través de intercambios con el Magreb, y que se sirve en muchas versiones, incluso como un risotto. Si te gusta la carne, elige alguna cocida al fuego de leña y aromatizada con mirto o romero: el lechón, el cabrito y el cordero son los más tradicionales.

Y para algo más rural, no te pierdas la zuppa gallurese, un gratinado de pan duro empapado en caldo y queso de oveja. No parece gran cosa al leerlo, pero cuando lo pruebes… seguro que querrás repetir.