Bastión San Remy

Esta gran escalinata coronada por un arco de triunfo es uno de los lugares más emblemáticos y fotogénicos de Cagliari. El bastión lleva el nombre del barón de San Remy, quien fue virrey del Reino de Cerdeña en tiempos del dominio piamontés.

Aquí, vas a ver cómo se cruzan tres épocas distintas: se empezó a construir a finales del siglo XIX, justo sobre las antiguas murallas medievales del siglo XIV, reutilizando además los bastiones defensivos que habían levantado los españoles en el siglo XVI.

La galería cubierta y la impresionante terraza fueron diseñadas por Giuseppe Costa y Fulgenzio Setti, quienes imaginaron un conjunto neoclásico elegante con columnas corintias de piedra caliza blanca y amarilla.

Antes de alcanzar la terraza, la doble escalinata se detiene en una galería techada inaugurada en 1902. Primero fue un salón de recepciones, después, durante la Primera Guerra Mundial, se convirtió en enfermería, y en la Segunda, sirvió de refugio para quienes lo habían perdido todo en los bombardeos.

El bastión quedó muy dañado, pero fue fielmente reconstruido. Hoy es un espacio cultural renovado y lleno de vida. Fíjate bien: puede que haya alguna exposición o evento esperándote.

Y si puedes, regresa de noche… iluminado, el bastión se transforma en punto de encuentro para los que alargan el día en los barrios de Castello y Villanova.