Mirador del puerto deportivo

Aquí se llega a la cuenca Saint-Pierre, que hoy forma el pequeño puerto deportivo de Caen. Se respira un ambiente de pueblo muy especial. Es un lugar ideal para pasear por el canal, a pie o en bicicleta. Si estás aquí un domingo por la mañana, no dudes en venir a disfrutar del mercado.  El puerto comercial de Caen, por su parte, está en Ouistreham, al final del canal que va de Caen al mar, a 20 km. Si decides ir tan lejos, no te detengas y sube a lo alto del faro para disfrutar de una vista de 360° del mar, la reserva de la Pointe du Siège y la hermosa ciudad de Caen. El lugar ha cambiado mucho hoy en día, y el canal que se ve, solo existe desde el siglo XIX. Sin embargo, en la Edad Media, el puerto de Caen, repartido por los brazos de los ríos que serpentean por la ciudad, prosperó gracias al comercio de la piedra, la presencia de dos abadías y la conquista de Inglaterra. En el siglo XVI se empezaron a construir muelles para modernizar el puerto, y en 1811 Napoleón I ordenó la construcción del Bassin Saint-Pierre, unido al mar por un canal. Sin embargo, no se terminó hasta el Segundo Imperio y no se inauguró hasta 1857. La industria naval y metalúrgica de Caen estaba en pleno auge. El barrio de Presqu’île, que significa casi-isla, se convirtió en una importante zona de actividad portuaria, mercantil e industrial. Después de la Segunda Guerra Mundial, Caen seguía siendo el puerto número 7 de Francia y las mercancías se transportaban al canal a través de una red de ferrocarriles conectados a la estación. En esa época, las orillas del río Orne ya se utilizaban para actividades de ocio, y los habitantes de Caen iban a pasear por ellas. Desde entonces, el barrio de Presqu’île se ha transformado, pero aún conserva los restos de su pasado industrial y náutico, con varias empresas todavía presentes en el lugar y los restos de la antigua Sociedad de metalurgia de Normandía. En la década de los 2000, se construyeron en el lugar nuevos equipamientos culturales, como la moderna biblioteca Alexis de Toqueville y la sala de música contemporánea Cargö, así como residencias de artistas, Escuela superior de artes y medias y otros espacios multidisciplinarios. Declarado ahora Proyecto de Gran Interés, la Presqu’île ha sido tomada por sus nuevos residentes y por la vida que les acompaña, con sus comercios, cafés, restaurantes, hoteles y transportes públicos. Si deseas descubrir este nuevo barrio de Caen y completar así tu visita de la ciudad, sólo tienes que continuar por los muelles de La Londe, a tu derecha, hasta el puente de la Fonderie, que constituye la entrada al barrio. También puedes continuar en dirección a la Abadía de las Damas.