Plaza del Palacio

Al atravesar la plaza del Palacio seguro que observarás unas extrañas bolas brillantes como si grandes gotas de agua hubieran caído del cielo y se hubieran congelado al tocar el suelo. Se puede decir que se trata de una fuente de lo más original que hará volar tu imaginación. En cualquier caso, te ofrece la posibilidad de tomar una típica imagen de la puerta Cailhau. La plaza del Palacio que la rodea es una encantadora y discreta plaza peatonal bordeada de terrazas, de cafés y restaurantes. Debe su nombre al antiguo Palacio de l’Ombrière, construido en la Edad Media para los duques de Aquitania y que hoy ya no existe. Tras la incorporación de este territorio a la corona de Francia, el Parlamento de Burdeos se trasladó aquí. En el año 1575, el Parlamento causó un gran revuelo mediático cuando un barco lleno de esclavos atracó en Burdeos. Los esclavos fueron liberados inmediatamente y el barco fue devuelto por orden del Parlamento que declaró y cito: “Francia, madre de la libertad, no admite esclavos”. Por desgracia, 5 años más tarde la esclavitud se legalizó en suelo francés y el Parlamento se convirtió en el organismo que resolvía las disputas sobre la propiedad de los esclavos. El palacio también se utilizó como prisión pero tras varios incendios que lo dejaron en mal estado finalmente fue demolido en 1800, permitiendo la apertura de la bonita plaza que ves hoy en día.