Floralis Generica

Al llegar a la Plaza de las Naciones Unidas, en este jardín de 4 hectáreas, basta con ver la hermosa Floralis Generica, la flor de todas las flores, acomodada en el centro de su pequeño lago artificial. Esta enorme flor de metal fue diseñada por el arquitecto argentino Eduardo Catalano para abrirse cada mañana y cerrarse cada tarde, girando y siguiendo el curso del Sol. Según el artista, cada día al abrirse representa la esperanza que renace. Desafortunadamente, cuando estaba siendo instalada por una empresa aeronáutica, uno de los pétalos estaba mal colocado y el mecanismo se averió. Aunque Catalano intentó avisar a la empresa, el asunto se alargó y ésta abandonó el país, dejando que la flor de 23 metros de altura se marchitara lentamente. Permaneció en funcionamiento de 2002 a 2010, antes de cerrar definitivamente. Pasaron cinco años hasta que se decidió restaurarla y, tras un año de intensos trabajos, la hermosa Floralis pudo retomar con éxito su función como símbolo de la modernidad de la ciudad, abriendo todas las mañanas y cerrando todos los atardeceres.