Facultad de Ingeniería

Este impresionante edificio neogótico no es ni una iglesia ni una catedral. En efecto, es el único edificio gótico monumental de carácter no religioso que existe en Buenos Aires. El edificio se construyó a principios del siglo XX para albergar la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales. El ingeniero Prins, que había estudiado arquitectura en Francia e Italia, presentó un diseño de estilo Luis XIV con el cuál ganó el concurso convocado por la municipalidad. Más adelante, las autoridades cambiaron el estilo del edificio al gótico sin arrebatarle el proyecto. El resultado fueron unas líneas esbeltas, con una búsqueda de la altura y la luminosidad. El proyecto final debía ocupar toda la manzana y estar coronado por una gigantesca torre central. Las numerosas modificaciones, tan grandes como frecuentes, complicaron considerablemente la realización del proyecto. Como puedes apreciar, no tiene una torre central. A los problemas internos, como es el coste de la construcción, se añaden problemas externos, como la Primera Guerra Mundial, que provocó un aumento considerable del coste de los materiales importados y paralizó las obras en varias ocasiones. En el año 1939 se construyó finalmente un nuevo edificio para albergar la facultad de Derecho. Al mismo tiempo, empezaron a circular rumores sobre terribles errores de cálculo que acabarían resultando fatales. Para colmo, el ingeniero Prins se suicidó, confirmando la historia de los errores de cálculo que circulaba en el imaginario colectivo. Finalmente, la Facultad de Ingeniería de Buenos Aires se trasladó allí en 1948, junto con el museo de Ciencia y Tecnología. En 2016, se organizó una importante labor de restauración, en sintonía con el proyecto final del ingeniero.