Embajada de Francia

Efectivamente, otro hermoso palacio. Estamos en uno de los más bonitos barrios, pero pronto te darás cuenta de que ésta no es la única faceta de Buenos Aires. Este edificio tan chic y con tanta elegancia es la embajada francesa, ubicada en el antiguo palacio Ortiz. Este palacio pertenecía a una pareja de la alta sociedad porteña que solía viajar entre París y Buenos Aires. Por ello decidieron contratar al arquitecto francés Paul Pater, quién también realizó el magnífico Museo de Arte Tigre. El resultado fue una combinación de estilos e inspiraciones, desde el tradicional estilo Luis XV hasta la decoración asiática. En 1925, el propio Príncipe de Gales, Eduardo VIII, vivió en el palacio encantado por su elegancia. Más tarde, el edificio fue adquirido por Francia, que instaló allí su representación diplomática. El palacio es un claro ejemplo de la influencia francesa en la arquitectura de Buenos Aires. El estilo del edificio refleja las tendencias de la aristocracia francesa de finales del siglo XIX, influenciada por la Escuela de Bellas Artes. Se construyó siguiendo la tradición de las mansiones francesas, con una decoración interior que no escatima en mármoles, ebanistería y otros revestimientos. Si quieres visitarlo, siempre puedes fingir que te has perdido por la zona.