Calle Florida

La calle Florida, por la que caminas, seguramente esté muy animada. Así ha sido desde hace mucho tiempo. Fue una de las primeras calles de la ciudad y su trazado figura en los primeros planos de Buenos Aires, elaborados en 1580. En la década de 1870, una epidemia de fiebre amarilla hizo que la gente adinerada, que en su mayoría se había instalado en el barrio de San Telmo, se trasladara a los barrios de Retiro y Recoleta, más al norte, a más altitud y con fama de ser más salubres. La calle Florida unía este nuevo barrio de clase adinerada con el centro de la ciudad. Enseguida se convirtió en la calle más concurrida de la ciudad. En ella se concentran las tiendas y las últimas tendencias de la moda europea. En 1912 se inauguró la avenida de Mayo, concebida como los Campos Elíseos de París y repleta de hoteles ultra modernos y elegantes cafés. No obstante, Florida no tiene nada que envidiar del resto de lugares puesto que sigue siendo la calle comercial más lujosa de la ciudad. A principios del siglo XX se inauguró aquí el primer palacio de Buenos Aires y la burguesía se reunía en lo que aquí se conoce como confiterías. Ya te haces una idea. Pero la gran crisis económica de los años 90 en Argentina, que tuvo su punto culminante en 2001, hizo disminuir el número de comercios en la calle Florida y muchos cerraron. Se sucedieron las quiebras y aumentó la delincuencia. En 2003, al final de la crisis, Florida empezó a reestructurarse, sobre todo con la instalación de los grandes almacenes chilenos Falabella, que son muy conocidos en América Latina. Si a esto añadimos la explosión del turismo procedente de Brasil, donde la flamante clase media, conocida como el efecto Lula, viene a comprar a Buenos Aires, que se ha convertido en una ciudad muy asequible tras la crisis, hizo transformar la vida de la calle Florida. Como puedes ver, con crisis o sin ella, sea económica o sanitaria, Florida sigue y seguirá siendo una calle animada y bulliciosa, impregnada de toda la esencia de la capital.