El Parlamento de Budapest

Desde lejos, no siempre es fácil poner un nombre a lo que nos rodea. El tamaño, el color, las formas, todos los trucos son buenos para compensar nuestra visión a corta distancia. Sin embargo, desde este mirador, al pie del bastión de los pescadores, no deberías tener problemas para reconocer el Parlamento de Budapest. Edificios como él, tan alargados y a orillas del Danubio, no hay dos. Y además, cuanto más nos acercamos a él, la única palabra que nos viene a la mente para describirlo es “monumental”. Considerado el edificio más representativo de la ciudad, y uno de los más famosos de Europa, el Parlamento de Budapest encarna todo el poder del país, desde su creación entre 1884 y 1902. Diseñado inspirándose en el Palacio de Westminster de Londres, este edificio de estilo neogótico nos impresiona tanto por su tamaño multiplicado por diez como por el perfecto juego de simetría de su fachada. Su superficie de 18000 m², que incluye no menos de 700 habitaciones, lo convierte en el tercer parlamento más grande del mundo, detrás del de Rumanía y Argentina. Un verdadero orgullo para este gigante de Budapest que en 1987 fue incluido en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Si el exterior ya es espectacular, el interior tampoco te decepcionará. Una visita, para la que necesitas una entrada, nos permite descubrir las piezas más importantes del monumento, como la atractiva “Sala de la Cúpula”, donde la corona del rey, Esteban I, se exhibe bajo una vigilancia muy estricta. ¿Quién está de acuerdo en decir que los diputados húngaros son unos suertudos?