Catedral de San Miguel y Gúdula

Aquí te encuentras frente a la Catedral de San Miguel y Gúdula. Esta catedral gótica data del siglo XIII y se construyó sobre las ruinas de una catedral románica anterior. Su construcción duró dos siglos. Inicialmente, la iglesia se llamaba San Miguel, pero no fue hasta que se instalaron en ella las reliquias de Santa Gúdula, patrona de la ciudad, cuando adoptó el doble nombre. Y fue solo en 1961 que fue elevada al rango de catedral. Tiene un estilo gótico clásico con sus dos torres macizas, como la mayoría de las catedrales europeas, pero donde en general se encuentra un gran rosetón iluminando la Nave, aquí en cambio se ve un gran ventanal ojival en la fachada. Es el estilo de Brabante. El interior es sobrio, no tanto por el voto de pobreza ni nada parecido, sino porque ha sido saqueada varias veces, sobre todo por los revolucionarios franceses. Lo bueno es que esta catedral gustará tanto a los amantes de los edificios religiosos como a los de la naturaleza, ya que una pareja de halcones peregrinos anida allí desde 2004, cómodamente instalada en el último piso de la torre norte. El Real Instituto Belga de Ciencias Naturales ha instalado cámaras, por lo que podrás ver en directo la eclosión de los polluelos y la vida familiar de los halcones. El ave divina, Dios de Horus, ha elegido bien su nido y se encuentra en el punto de mira año tras año.