El Tolhuis

Para no fijar la mirada en cualquier atracción de la plaza, solo tienes que buscar el único edificio con un tramo de escalones en su entrada. ¿Puedes verla?

Aunque su fachada esté finamente decorada, el Tolhuis, que se traduce como la casa de los impuestos municipales, a menudo pasa desapercibido en el entorno. Originalmente propiedad de un importante comerciante en el siglo XIII, no es hasta el siglo siguiente que se definirá la función principal del edificio. Brujas, con un antiguo perfil marítimo fuerte, será una importante encrucijada de tránsitos mercantiles.

De esta manera se explica el papel de este lugar que se dedicará a la recaudación de dinero procedente de los derechos de paso para la circulación de mercancías en la ciudad. Una verdadera concesión privada, bajo la dirección del conde Pierre de Luxemburgo, cuya puerta de entrada lleva sus armas, el Tolhuis funcionará hasta el siglo XIX.

Adquirido por la ciudad, hace más de 250 años, se transformará en un cuartel de bomberos, y luego en una biblioteca provincial donde descansan hoy en día varios miles de libros y manuscritos sobre la historia de Brujas.