Muelle Comandante Malbert

El muelle comandante Malbert es sin duda uno de los lugares donde se puede sentir el alma de esta ciudad portuaria. Su nombre hace referencia al Comandante Louis Marie Malbert, originario de Brest y capitán de un remolcador con base en la ciudad. Los remolcadores son pequeñas embarcaciones utilizadas para guiar  y ayudar a los buques más grandes a entrar y atracar en el puerto, pero también para socorrer a los barcos en dificultades en alta mar. Con su remolcador, el Iroise, el comandante Malbert pudo salvar del naufragio a cerca de 40 barcos entre 1924 y 1933, y a cientos de marineros. Por eso el muelle sigue llevando su nombre, en el mismo lugar donde hoy se puede ver otro famoso remolcador: el Abeille Bourbon. Encargado en 2005, este barco garantiza la seguridad marítima en la zona. Forma parte de un grupo de 5 embarcaciones diseñadas por Les Abeilles International, que vigilan permanentemente la costa francesa y están capacitadas para llevar a cabo emergencias y rescates de todo tipo. Listos para zarpar en menos de una hora, estos buques especializados pueden remolcar embarcaciones en caso de emergencia, rescatar marineros, controlar los incendios y combatir la contaminación marítima y las catástrofes ecológicas. De hecho, fue por esta última razón por la que se crearon originalmente: para prevenir y gestionar los vertidos de petróleo, los desastres ecológicos, sanitarios y económicos que se producen cuando los hidrocarburos, en particular los derivados del petróleo, se vierten en el mar y son arrastrados a tierra por las corrientes. El Abeille Bourbon es uno de los remolcadores más potentes del mundo. Si tienes suerte, estará amarrado allí, un poco más allá del muelle. Lo reconocerás fácilmente: no es muy largo, pero está muy bien equipado, es azul, con las franjas tricolores de la bandera francesa. Pero antes de él, te toparás con otro barco imperdible, el Recouvrance. Lejos de ser tan imponente como el Abeille Bourbon, la Recouvrance es una réplica de un barco del siglo XIX que antiguamente se utilizaba para transportar cartas urgentes a las costas de África y las Antillas. Así que esta es tu oportunidad de ver un barco tradicional francés, e incluso de reservar un viaje en él para aquellos que quieran conocer la costa de Brest. Eso es todo, te dejo para que recorras este emblemático muelle de la ciudad.