Plaza Luis XII y su fuente

Como muchas de las animadas plazas de Blois, la plaza Luis XII es un lugar de encuentro y socialización. Desde 1825, ha sido un punto de referencia, con un mercado de verduras a un lado y el teatro municipal al otro. La plaza alberga uno de los últimos vestigios del sistema de abastecimiento de agua de la ciudad, que data del siglo XIII. Originalmente conocida como la fuente de Arsis, pasó a llamarse fuente de Luis XII en el siglo XIX. Reubicada y restaurada en 1893, está catalogada como monumento histórico desde 1840. A pesar de los estragos de la Segunda Guerra Mundial, la fuente escapó por poco de los bombardeos que dañaron gravemente el centro de la ciudad y fue restaurada por última vez en 1988. ¿Has oído alguna vez este dicho que les gusta utilizar a algunas personas mayores? “El agua es la savia de una ciudad, un elemento vital que le da su esencia y su carácter”. La plaza Luis XII y su fuente aportan un aspecto glorioso a la ciudad de Blois, y ello por una razón muy sencilla y sobre todo histórica. Hace mucho tiempo, el agua potable era un lujo al que muchos no tenían acceso. Las pocas fuentes que existían eran escasas y se consideraban un bien preciado. Los que vivían cerca de una eran los afortunados. A pesar de los caprichos del tiempo y de los diversos avatares que Blois ha tenido que soportar, la fuente ha perdurado en el corazón de la ciudad, sirviendo de modelo a los pintores. Las fuentes de agua son a menudo un testimonio vivo de la historia de una ciudad. A partir de ahora, cuando pases por delante de una de ellas, no te limitarás a mirarla, sino que te darás cuenta de que simboliza una parte importante y esencial de la ciudad.