Gastronomía

Mientras recorres la calle Porte Côté, déjanos contarte algunas de las delicias que puedes descubrir en Blois. La ciudad ha sabido conservar e inventar especialidades culinarias que reflejan tanto su historia como su terruño. Es imposible hablar de Blois sin mencionar su chocolate. Aquí fue donde Auguste Poulain, hijo de la ciudad, fundó su chocolatería en 1848. Gracias al Loira y, más tarde, al ferrocarril, pudo distribuir fácilmente sus tabletas por toda Francia. Muy pronto, el nombre Poulain se convirtió en toda una institución y, aún hoy, sigue inseparablemente ligado a Blois. Este legado chocolatero incluso inspiró una creación reciente: el Verger blésois, un postre que combina chocolate Poulain, manzanas de Mont-près-Chambord y nueces caramelizadas, una delicia local tan refinada como auténtica. En el lado salado, destaca la Poularde 1550 al azafrán, un plato que evoca una ordenanza real firmada en Blois en 1550 para regular el comercio de esta especia preciosa. Inspirado en una receta renacentista llamada galimafrée, reúne ave de corral de la región, azafrán de Sologne y vino blanco local: un plato digno de un banquete real. Pero Blois no se limita a estas creaciones emblemáticas. Sus dulces tradicionales también merecen ser descubiertos. Los Pavés de Blois, por ejemplo, son una deliciosa mezcla de nougatina, praliné y chocolate. Y las Malices du Loup combinan pasta de almendra aromatizada con naranja, miel, avellana y un toque de anís, todo cubierto por una fina capa azucarada, una auténtica sorpresa para el paladar. Si prefieres los sabores del terruño, la cocina blésoise ofrece pato a la Solognote, relleno de hierbas y perfumado con aguardiente, o los pâtés d’alouettes, que antaño eran imprescindibles en las mesas locales. Todo ello, por supuesto, acompañado de espárragos de Sologne, queso de cabra y un buen vino del Loira. Y como curiosidad, en el siglo XIX Blois contaba con varias fábricas de pan de jengibre, e incluso con una tradición de jugo de regaliz hoy casi olvidada. Así que, ya sea a través de recetas reales o de dulces más sencillos, la gastronomía de Blois refleja a la perfección la unión entre historia y sabor. Una excusa ideal, quizá, para terminar tu visita con una parada gourmet…