Catedral de San Luis

Estás frente a la catedral que domina la ciudad y el Loira. En este lugar se encontraba originalmente la iglesia de Saint-Solenne, pero en la noche del 6 al 7 de junio de 1678, un huracán la destruyó casi por completo. Por decisión de Luis XIV, y gracias al apoyo de su ministro Colbert —cuya esposa era de Blois—, la reconstrucción comenzó a finales del siglo XVII. Esta vasta obra dio lugar a un edificio único, mezcla de estilo gótico y clasicismo francés. Inaugurada en 1730 bajo la advocación de San Luis, la catedral impresiona por su amplia nave sin crucero, su fachada con gárgolas y pináculos góticos, pero también por sus líneas más clásicas, como su frontón triangular. Conserva sobre todo una obra maestra del Renacimiento: su torre-campanario, iniciada en 1544 y coronada con un linternón en 1609, que aún hoy se alza con orgullo sobre la ciudad. En el interior, la mirada se dirige de inmediato hacia la luz. Entre 1993 y 2000, el artista Jan Dibbets creó más de 300 m² de vidrieras contemporáneas, de formas geométricas muy depuradas. Su sobriedad contrasta con la monumentalidad de la piedra y otorga a la catedral una atmósfera casi intemporal. Hoy en día, este edificio, clasificado como monumento histórico, sigue siendo el corazón espiritual de Blois y un punto de referencia visual destacado, que podrás distinguir desde lejos mientras recorres la ribera del Loira.