Calle San Lubin

Bienvenido a la calle Saint-Lubin, una auténtica joya del casco histórico de Blois y un verdadero viaje en el tiempo a los siglos XV y XVI. La calle debe su nombre a san Lubin, obispo de Chartres en el siglo VI, y conserva la memoria de la antigua iglesia de Saint-Lubin, que fue el principal lugar de culto de los blésois hasta que un incendio la destruyó en 1114. Levanta la vista y admira estas magníficas casas de entramado de madera, uno de los conjuntos más notables de arquitectura civil medieval del valle del Loira. Construidas en la época en que Blois era residencia real bajo Luis XII, son testimonio de la prosperidad de la ciudad. Fíjate en los motivos de rombos tallados en la madera, auténticos encajes arquitectónicos muy costosos en su tiempo, que permitían a los burgueses adinerados mostrar su éxito y evocaban la decoración del cercano castillo real. En el número 36, detente ante esta fachada catalogada como Monumento Histórico, con sus grandes cruces de San Andrés y ventanas enmarcadas por columnillas esculpidas. Estas construcciones revelan el ingenio de los carpinteros de Blois: las fachadas se mantienen perfectamente verticales gracias a un ingenioso sistema de piedras de anclaje, todo ensamblado en roble local mediante técnicas tradicionales de una precisión extraordinaria. En la planta baja se encontraban los ouvroirs, talleres-tienda donde trabajaban orfebres y artesanos, mientras que en los pisos superiores vivían las familias en una calle que bullía de actividad. Cuando la corte real se instaló en Blois, estas suntuosas residencias se levantaron para acoger a cortesanos y sirvientes. Hoy la calle forma parte del “Quartier des Arts”, donde la tradición artesanal sigue viva, ofreciendo un testimonio excepcional del arte de vivir francés en pleno Renacimiento. Al recorrerla, caminas por cinco siglos de historia en un entorno arquitectónico admirablemente conservado.