Playa Viejo Puerto

Nos encontramos ante la bonita cala de Viejo Puerto. Con sus aires un tanto mediterráneos, esta playa es una piscina natural muy frecuentada por las familias. Parece mentira que aquí se despedazaran ballenas. Desde la Edad Media hasta el siglo XVII, Biarritz fue un importante enclave de caza de ballenas. El mamífero marino más grande del océano se cazaba principalmente por su grasa, de la que se obtenía un aceite de gran calidad utilizado en cosmética y jabones, pero también para lubricación industrial e iluminación. La grasa de ballena tiene la ventaja de arder sin producir humo. Biarritz, ubicada entre las rutas migratorias de los cetáceos, ha prosperado durante mucho tiempo gracias a la caza de ballenas.  En su momento, Viejo Puerto era el centro de la ciudad. En esta pequeña playa, había unas cuantas cabañas pertenecientes a las familias de pescadores que tiraban de sus barcas con la marea baja para atraer a las ballenas. También se construyeron hornos cerca de la playa para fundir tocino. Esta actividad fue declinando gradualmente a principios del siglo XVII, debido al declive de las poblaciones de ballenas y a la llegada de nuevas fuentes de energía como el petróleo, hasta cesar por completo en 1690. Hoy en día, es un espectáculo tan extraño como emocionante ver a este majestuoso mamífero marino en la costa. La mejor época para verlas es entre marzo y octubre, cuando las ballenas migran por el litoral atlántico. Si tu estancia coincide con estas fechas, te recomiendo que hagas una excursión en barco especializado para aumentar tus posibilidades de verlas. Y si las ves ¡mándanos una foto!