Hotel del Palacio

Cuando Napoleón III se dio cuenta de que su esposa Eugenia había puesto sus ojos en esta pequeña ciudad costera, tuvo que enfrentarse al hecho de que iba a tener que hacer algo con respecto a su alojamiento. Como puedes imaginarte, este pueblecito de pescadores no contaba con la infraestructura necesaria para acoger a la pareja imperial. Así que, en 1854, mandó construir la Villa Eugenia, con 147 habitaciones, al estilo Luis XIII en ladrillo rojo y piedra. De 1856 a 1868, el palacio acogió lujosas fiestas, a las que asistió todo el Gotha europeo. En aquellos tiempos, el Gotha era un directorio especial de todas las familias reales y nobles de Europa. En verano, con la presencia de todos estos príncipes europeos, las fiestas imperiales estaban en pleno apogeo, contaba con diversas excursiones, espectáculos de fuegos artificiales e increíbles fiestas. En el año 1873, a la muerte de su marido, la Emperatriz heredó el edificio. En 1880, lo vendió al banco de la Unión Parisina, que lo transformó primero en un hotel-casino, el Palacio Biarritz, y después en un hotel propiamente dicho, lo que es hoy en día el Hotel del Palacio. A principios del siglo XX, cuando el edificio fue devastado por un incendio, se reconstruyó en forma de E, en homenaje al nombre de la Emperatriz. En 2011, el hotel se convirtió en uno de los primeros establecimientos en recibir el título de palacio, además de ser el único de toda la costa atlántica. Por si te interesa, la suite Alfonso XIII con vistas al océano, consta de 177 m².