Monumento a los sinti y gitanos de Europa asesinados bajo el nacionalsocialismo

Cuando visites Berlín, prepárate para encontrarte con numerosos monumentos dedicados a las diversas comunidades perseguidas por el régimen nazi. Alemania tiene un inquebrantable deber de memoria, que encontrarás sobre todo en Berlín, que lleva las cicatrices tanto del régimen nazi como de la Guerra Fría. El monumento conmemorativo que pasas a tu derecha está dedicado a los sinti y romaníes, a menudo agrupados bajo el nombre de «gitanos». Esta tragedia, menos conocida de la Segunda Guerra Mundial, no es menos atroz. Considerados «racialmente inferiores a los arios», fueron deportados y asesinados masivamente en lo que el Tercer Reich denominó «la Solución Final», destinada a exterminar sistemáticamente a todos los judíos, gitanos, homosexuales y discapacitados. El monumento fue diseñado por el artista israelí Dani Karavan e inaugurado en 2012. Rinde homenaje a los 500.000 sinti y romaníes exterminados por los nazis. Los muros que lo rodean revelan una página de la historia que a menudo se olvida. En el centro, una piscina circular refleja el cielo. Invita a la contemplación y al sosiego, y ofrece un lugar para llorar a las víctimas. En el centro de la cuenca se puede ver un triángulo de granito. Desciende bajo tierra todos los días y regresa con una flor fresca, símbolo de la vida, para que el recuerdo de las víctimas siga presente. Las piedras de alrededor llevan los nombres de los campos de concentración a los que Sinti y gitanos fueron enviados a la muerte. La elección de grabar el texto en piedra subraya el carácter eterno del recuerdo. También está grabado en el bronce que rodea el estanque el conmovedor poema «Auschwitz» de Santino Spinelli, cantautor gitano italiano. Transcrito en alemán, inglés y sinti, te dejo con la versión en español:

«Rostro demacrado – Ojos extinguidos – Labios fríos – Silencio – Un corazón desgarrado – Sin aliento – Sin palabras – Sin lágrimas».