El Monumento a los judíos de Europa

Prepárate mentalmente porque el Monumento a los Judíos de Europa Asesinados está cargado de emoción. Es realmente uno de los monumentos conmemorativos del Holocausto más logrados. Estás a punto de entrar en un laberinto de piedras. Fue idea del arquitecto estadounidense Peter Eisenman llevarnos a través de este campo de 19.000 m² cubierto de 2.711 estelas de hormigón gris oscuro. Las estelas son todas de distintos tamaños, y a medida que te hundes en las profundidades del laberinto, el suelo cede bajo tus pies, dándote una sensación de inquietud, confusión, impotencia y opresión. La idea es mostrar un sistema ordenado que ha perdido contacto con la razón humana. Es un lugar que sin duda te lleva a una reflexión indispensable. Bajo este campo de tumbas se encuentra el interesantísimo y completo centro de información que sirve de base a todos los demás monumentos conmemorativos. La visita es gratuita, pero no se recomienda a menores de 14 años. Hay que decir que las fotos son tan crudas y duras como la realidad que retratan, y la intimidad de los testimonios nos acerca mucho a esta experiencia traumática. Es un homenaje desgarrador con el que puede ser difícil convivir. Hay varias áreas que explorar. Una sala introductoria, que proporciona información general sobre el Holocausto. La sala de las dimensiones, con cifras y estadísticas que te ayudarán a comprender la magnitud de la Shoah. La Sala de las Familias, que recorre la vida de determinadas familias antes, durante y después de la guerra. La Sala de los Lugares, con información sobre los campos y su funcionamiento, y la Sala de los Nombres. En sus paredes se proyectan los nombres y breves biografías de las seis millones de personas exterminadas por el nazismo en Europa. Si tuviéramos que leer todos estos nombres, tardaríamos 6 años. Es suficiente para hacerte una idea de la magnitud de uno de los episodios más oscuros de la historia de la humanidad.