Calle Port Neuf

En este punto entramos en la calle Port Neuf, una de las principales arterias comerciales de Bayona. A lo lejos verás las agujas de la catedral que se alzan entre las dos hileras de casas típicamente vascas que bordean la calle, caracterizadas por sus coloridas contraventanas. Nos encontramos en el centro histórico y por aquí encontrarás multitud de pequeños comercios de todo tipo. Es el lugar ideal para pasear y hacer compras. La calle Port Neuf era originalmente un canal, lo que explica que las casas que la bordean estén construidas sobre pilotes. Esta calle estrecha y animada ha conservado todo su encanto a lo largo de los siglos, rodeada a ambos lados por grandes arcadas medievales. Sólo vamos a recorrer una pequeña parte, pero puedes tomarte tu tiempo para pasear por ella o volver más tarde para descubrirla: seguro que encuentras algunos souvenirs que llevarte en la maleta. Si deseas comprar chocolates, estás en el lugar indicado. Como dato curioso, Bayona era entonces conocida por su chocolate. Solemos pensar en el jamón, el pastel vasco y el pimiento de Espelette, pero a menudo olvidamos que en el País Vasco también se fabrica chocolate desde hace más de 5 siglos. A principios del siglo XVIII, el País Vasco recibió el sobrenombre de ciudad del chocolate, y sus productos se exportaban hasta París por su calidad. Fueron los judíos expulsados de España y Portugal en el siglo XVII quienes exportaron la receta para elaborar el chocolate cuando se establecieron en Bayona. En aquella época, no se producía chocolate, sino una bebida elaborada con granos de cacao, aromatizada con vainilla, clavo, canela o incluso pimienta. Poco a poco, los fabricantes se instalaron en la ciudad y desarrollaron este comercio floreciente. Hoy en día, su pericia sigue en pie y los numerosos chocolateros de la ciudad se esfuerzan por mantener viva esta especialidad vasca, elaborando productos a la vez tradicionales e innovadores. Pruébalos, ¡no te decepcionarán!