Visitar Bastia

Bastia no es una ciudad muy, muy grande. Los restaurantes se encuentran en pleno centro, cerca del puerto. Para comer bien en Bastia y probar las mejores especialidades locales, como el ternero con aceitunas, el civet de jabalí o los famosos quesos y embutidos corsos, debes dirigirte al Quai 1er Bataillon de Choc. Aquí, los restaurantes tradicionales se suceden uno tras otro. No faltan los buenos productos locales, y lo mismo ocurre con el pescado fresco, capturado el mismo día a pocos metros de Bastia.

Si prefieres otra opción, puedes pasear por la Plaza del Mercado, donde encontrarás una gran variedad de restaurantes, desde establecimientos gastronómicos hasta cocina tradicional clásica.

La ciudad de Bastia cuenta con algunos hoteles, la mayoría de ellos ubicados en el centro. El gran bulevar Paoli alberga varios hoteles. Al hospedarte en uno de ellos, estarás cerca del litoral, un entorno idílico para pasear bajo el sol corso.

Viajar a Bastia requiere un poco de planificación. No es como un trayecto en la Francia metropolitana, donde puedes reservar un TGV en el último momento.

Para llegar a la isla de Córcega, tienes varias opciones. Bastia cuenta con un aeropuerto, situado a menos de media hora en coche. Sin embargo, hay lanzaderas disponibles para facilitar el acceso al centro de la ciudad. El aeropuerto recibe vuelos de varias aerolíneas de toda Europa. Desde París, puedes llegar a la Isla de la Belleza en solo 1 hora y 45 minutos.

Si te encuentras en el sureste de Francia antes de viajar a Bastia, puedes optar por el ferry. Desde Toulon, el trayecto dura unas 11 horas. La ciudad también es accesible desde Niza o Marsella. Sin embargo, si eres propenso al mareo, el viaje puede parecerte un poco largo.

Lo más interesante durante una estancia en Córcega no es visitar todas las playas de Bastia. Bastia es una ciudad preciosa, pero sus alrededores son igualmente impresionantes y merecen ser explorados.

Si dispones de un vehículo, puedes hacer una excursión al norte de la isla, al Cap Corse. Allí podrás admirar los magníficos paisajes costeros que ofrece esta península.

Para los deportistas más experimentados que buscan un desafío, Córcega alberga una de las rutas de senderismo más famosas de Francia. El GR 20 atraviesa la isla desde el noroeste, comenzando en Calenzana, hasta el sureste, en Conca. También es posible recorrer solo algunas etapas de esta gran travesía.

Te quedarás maravillado con los paisajes que ofrecen los macizos montañosos corsos.

Si viajas a Bastia únicamente para quedarte en la ciudad, un fin de semana será suficiente para descubrir esta encantadora localidad costera. Los principales sitios turísticos, como la Ciudadela, la Catedral de Santa María o la Plaza Saint-Nicolas, se encuentran en el centro. Incluso tendrás tiempo para pasar una tarde tomando el sol en la playa de Arinella.

Sin embargo, si deseas ampliar tu recorrido y explorar los rincones más remotos de Córcega, lo ideal es planificar una estancia de al menos 4 o 5 días. Este tiempo te permitirá realizar una pequeña ruta de senderismo y visitar algunos de los pintorescos pueblos en las alturas de la isla, como Patrimonio o Nonza.

Difícil elegir un lugar para pasear por Bastia por la noche. ¡Se podría pasear por cualquier parte! Pero hay ciertos lugares que adquieren un encanto especial cuando cae la noche.

La Ciudadela es, sin duda, un sitio ideal para un paseo nocturno. Perchada sobre una roca, ofrece una vista panorámica del Puerto Viejo. No encontrarás un lugar más tranquilo que la Ciudadela de noche.

Si buscas un paseo igualmente relajante, puedes caminar a lo largo del Puerto Viejo y las playas. El sonido de las olas rompiendo en la orilla es simplemente hipnotizante.

Para poder bañarse y relajarse en las playas más bonitas de Bastia, es necesario alejarse un poco del centro.

La playa de Arinella es fácilmente accesible desde la oficina de turismo, donde cada día circulan lanzaderas gratuitas entre las 8:00 y las 19:30.

Una de las playas más populares de Bastia y sus alrededores es la playa de Miomo. Se trata de una playa de guijarros, dominada por una torre genovesa, lo que le otorga un carácter atípico y encantador.

Si viajas a Bastia y, durante tu estancia, el clima no está de tu lado, ¡es que no has tenido mucha suerte! Y aún menos si visitas la ciudad en verano. Bastia es una de las 2.500 ciudades de Francia (de 34.955) donde menos llueve.

En verano, llueve cinco veces menos en Bastia que en el resto de Francia. Por ejemplo, en el verano de 2023, Bastia registró 34 mm de lluvia, mientras que la media nacional fue de 163 mm.

Dicho esto, no dejes que unas gotas de lluvia arruinen tu visita, siempre habrá algo interesante que hacer y descubrir.

En un día lluvioso, puedes visitar la Ciudadela. En el barrio más antiguo de Bastia, no dudes en echar un vistazo a la Catedral de Santa María. Además, un día de lluvia también puede ser la oportunidad perfecta para ir de compras y llevarte un bonito recuerdo de la Isla de la Belleza.

Para darte un capricho o sorprender a un ser querido, te recomiendo visitar el bulevar Paoli o la calle César Campinchi. Estas son las calles comerciales más populares de Bastia.

Aquí encontrarás todo tipo de tiendas, desde comercios de artesanía local hasta grandes marcas. ¡Seguro que no te irás con las manos vacías!

Bastia no cuenta con un gran número de campings. Hay dos campings cerca del lago Chjurlinu – Biguglia. Son los más cercanos al centro de Bastia.

La ciudad de Bastia cuenta con una red de autobuses que conecta los diferentes puntos de interés. Sin embargo, el centro no es muy grande, por lo que se puede recorrer fácilmente a pie, excepto para llegar a algunas playas, como la de Arinella, la más famosa de Bastia.

Para acceder a esta playa, solo tienes que dirigirte a la oficina de turismo. Allí, una lanzadera gratuita realiza el trayecto todos los días de 8:00 a 19:30, con una frecuencia de cada 20 minutos. Es el único medio de transporte realmente útil para moverse dentro de Bastia.

En cuanto a las actividades y lugares para visitar, puedes pasear por la ciudad y admirar sus casas coloridas, que le dan un encanto especial.

Visitar Bastia en familia será una experiencia maravillosa tanto para los más pequeños como para los mayores. La Isla de la Belleza hace honor a su nombre.

Para disfrutar de una estancia inolvidable en Bastia, hay ciertos lugares que no puedes dejar de visitar, como el Puerto Viejo, la Plaza Saint-Nicolas, donde destaca la imponente estatua de Napoleón I, y la Catedral de Santa María, la más grande de Córcega, además de estar catalogada como monumento histórico.

La catedral se encuentra en uno de los lugares más emblemáticos de Bastia: la Ciudadela. Este es el barrio más antiguo de la ciudad, construido en el siglo XIV. Cerca del Puerto Viejo, también tendrás la oportunidad de visitar el Jardín Romieu, un hermoso pasaje que conecta el puerto con la Ciudadela. Un paseo por este remanso de vegetación siempre es una buena idea.

Para conocer más sobre la historia de la ciudad, nada mejor que una visita al Museo de Bastia. Y, por supuesto, para aprovechar al máximo la estancia en Córcega, descansar en una de sus playas de arena fina y aguas cristalinas será un verdadero placer para toda la familia.

Bastia es una ciudad donde aún queda trabajo por hacer en términos de infraestructuras para permitir que las personas en silla de ruedas se desplacen con total libertad. Aunque los autobuses cuentan con rampas y espacios adaptados para personas con movilidad reducida (PMR), las paradas de autobús no siempre están acondicionadas. Lo mismo ocurre con las aceras, que suelen ser bastante estrechas. En algunas zonas de la ciudad, las personas en silla de ruedas se ven obligadas a desplazarse por la carretera.

Visitar lugares turísticos es posible, ya que la mayoría de los sitios cuentan con rampas y accesos adaptados. Sin embargo, lo complicado es llegar hasta ellos.

Por otro lado, sí es posible acceder a la playa de Arinella, que cuenta con el nivel 3 del sello Handiplage, lo que garantiza un acceso adaptado y seguro para personas con movilidad reducida.