Mosaico de Miró y Casa de las paraguas

Si no has pensado en visitar el museo Miró, o no has tenido tiempo, ¡Miro vendrá a ti! No querrás perderte este inmenso mosaico, típico de la obra del famoso pintor español. En 1976, Miró quiso colocar una obra de arte en el suelo de la Rambla, para que los transeúntes pudieran caminar sobre ella, sin importar si la dañaban en el proceso. Utiliza los colores básicos del lenguaje intuitivo de la infancia, tan querido por Miró. Pero, sobre todo, está situado en un lugar emblemático que, según se dice, dio nombre al barrio de la Boqueria. Los que no creen que el barrio se llamara así por los carniceros del siglo XIII cuentan la historia del rey Berenguer IV. Volvió victorioso de Almería y trajo puertas trofeo para sustituir las puertas de Santa Eulalia. Se dice que los lugareños quedaron atónitos ante su belleza. De la «boca abierta» a la Boquería sólo hay un paso. Ahora mira hacia arriba y al otro lado de la calle. Verás un hermoso edificio, decorado al estilo japonés, cubierto de paraguas en relieve y con un gran dragón de hierro forjado en la fachada. Esta casa es la «casa Bruno Cuadros», llamada así por su propietario de entonces, pero es más conocida en Barcelona como la «casa de los paraguas». En 1854, este hombre alquiló la planta baja del edificio para montar su pequeña tienda de sombreros y sombrillas. Como puedes imaginar, su tienda tuvo cada vez más éxito y nuestro empresario pudo comprar poco a poco todo el edificio. En la década de 1880, el acontecimiento del que todo el mundo hablaba era la Exposición Universal, ¡que iba a atraer a turistas adinerados de todo el mundo! Bruno vio en ello una oportunidad de oro. Contrató al arquitecto modernista Josep Vilaseca y le encargó una renovación completa, mezclando arte egipcio y japonés, dos países que estaban de moda entre los intelectuales de la época, y de los que el tendero traía piezas que vendía en su tienda. Te dejo que admires las bellas ilustraciones japonesas y las esculturas que adornan la fachada, renovada en la década de 1980. Por desgracia, no puedes visitarla, ya que ahora alberga la sede de una sucursal bancaria.