Teatro Griego o Plaza de la Naturaleza

Esta es la guinda del pastel: el Teatro Griego. El proyecto original debía su nombre a los grandes espectáculos al aire libre que iban a tener lugar aquí. El arquitecto se inspiró en las ágoras de la antigua Grecia, donde se reunía el corazón social, político y económico de la ciudad. Rebautizada Place de la nature, esta gran plaza de 86 m de largo y 43 m de ancho es, sin embargo, artificial. Una parte está excavada en la roca, mientras que la otra descansa sobre la sala hipóstila. La plaza da a la montaña, con un muro que da la impresión de un anfiteatro bordeado de palmeras. Está bordeada por el famoso banco ondulado cubierto de mosaicos, que confiere al lugar toda su magia. Fue creado por Josep Maria Jujol utilizando la técnica favorita del arquitecto, el trencadís, que consiste en utilizar fragmentos de cerámica en lugar de piezas cortadas para sugerir patrones coherentes y crear al mismo tiempo diseños caóticos. Si los estudias con más detenimiento, encontrarás tanto imágenes abstractas, que recuerdan a los collages dadaístas o surrealistas, como elementos figurativos, como los signos del zodiaco, estrellas, flores, peces o cangrejos. También hay frases en latín y catalán a la gloria de la Virgen María, así como cruces y la letra J, firma de Jujol. El exterior de la cornisa está revestido de gárgolas en forma de cabezas de león para evacuar la lluvia, así como de pequeños ornamentos en forma de gotas de agua. Como puedes ver, se trata tanto de las vistas como de los detalles. Si quieres ir a la cima del parque, encontrarás la colina del Calvario, que es donde se suponía que debía estar la capilla. En su lugar, Gaudí construyó un montículo coronado por tres cruces, cuya orientación indica los 4 puntos cardinales. Este monumento megalítico se inspiró en los talayots prehistóricos de las Baleares. Estas son torres de vigilancia hechas con piedras apiladas sin cemento ni argamasa. Volviendo al teatro, fue destruido durante la Guerra Civil, reconstruido en 1939 y restaurado en 1995. Si te queda energía, puedes explorar los jardines que lo rodean.