La entrada del Park Güell

Aquí estás en la entrada del legendario Park Güell. Desde 2013, en respuesta al creciente número de visitantes y para proteger el lugar de los daños que puede causar el turismo de masas, la entrada al parque está controlada, limitada y sujeta al pago de una tasa. Te darás cuenta de que decimos Park en inglés y no parque en español. Esto subraya la intención de Gaudí de crear un jardín de estilo inglés. El parque debe su nombre a Eusebi Güell, uno de los mecenas de Gaudí y gran admirador de su obra. Le encargó la creación de una elegante y aireada ciudad jardín para la aristocracia de Barcelona. Debía incluir una capilla y 60 casas, pero sólo se construyeron 4: las 2 casas con forma de seta de la entrada, que son la portería y el edificio administrativo; la casa de Gaudí, construida por su amigo Francesc Berenguer y hoy convertida en museo; y la casa Marti Trias i Domènech, que tiene una impresionante vista de la ciudad. Cuando Gaudí aceptó el proyecto, la colina del parque, conocida como Monte Pelado, había sido despojada de árboles. Así que hizo plantar una vegetación totalmente nueva, basada en especies autóctonas mediterráneas que se adaptaran bien al terreno.  Los problemas económicos debidos al aumento de los costes de construcción pusieron fin al ambicioso proyecto. Imagínate cómo habría sido si Gaudí hubiera construido 60 casas y una iglesia. La emblemática casa de pan de jengibre que ves a la entrada, a menudo comparada con la casa de la bruja de Hansel y Gretel, se construyó entre 1901 y 1903 como portería. También se la conoce como la Casa del Guarda. Convertida en museo, ahora alberga una exposición sobre la historia del parque y el modernismo catalán. El proyecto se terminó en 1914, transformándose en un jardín con algunos edificios ya terminados. Aunque no se completaron las 60 casas originalmente planeadas, el lugar es igualmente fantástico. Gaudi conservó el relieve natural del lugar e integró una obra que imitaba la naturaleza dentro de la naturaleza. El parque pasó a ser propiedad de la ciudad en 1923 y, como todo lo que tocó Gaudí, está incluido en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.