Calle de Aragó

La Calle d’Aragó en la que te encuentras es una de las vías principales del gran plan urbanístico de 1863. El primer nombre propuesto fue «Calle L», pero al final se decidió darle el nombre de la Corona de Aragón, lo que nos lleva a un poco de historia de la creación de España. La Corona de Aragón es la unión de dos territorios independientes. El Condado de Aragón y el Condado de Barcelona. Esta corona engulliría más tarde los reinos de Valencia, Mallorca, Sicilia, Cerdeña y Nápoles, así como, durante un tiempo, Montpellier y partes de Grecia. El centro político y económico de todo ello era Barcelona. Esto es lo que llamamos una monarquía compuesta. Cuando varios estados de distintos países son gobernados por la misma persona. En aquella época, el otro gran territorio de la zona era, por supuesto, Castilla. Y en 1469, la Corona de Aragón se unió a la de Castilla mediante el matrimonio de sus dos herederos: Fernando II de Aragón e Isabel I de Castilla. Fue esta unión la que, en esencia, crearía España tal y como la conocemos hoy. Fernando e Isabel, si no te suenan sus nombres, son los famosos Reyes Católicos, los que pusieron en marcha la Inquisición española, expulsaron a todos los judíos de España y ganaron las guerras contra el emirato nazarí de Granada. También fueron quienes financiaron los viajes de Cristóbal Colón, cuyas conquistas y descubrimientos generarían tal afluencia de riqueza que el nuevo estado unificado de España se convirtió en la primera potencia de Europa. Y para completar el vínculo entre todas estas figuras históricas, debes saber que el nieto de nuestros Reyes Católicos no fue otro que Carlos V, que se convirtió en heredero de España, los Países Bajos, Austria y el Reino de Nápoles. Fue coronado Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico y se convirtió en el soberano más poderoso de la primera mitad del siglo XVI. ¡Hasta aquí el interludio histórico!