Teatro de Ópera

Espero que no hayas pensado visitar Aviñón, sin antes hacer una parada en su teatro. Sería una pena puesto que el Festival de Aviñón es uno de los acontecimientos internacionales más importantes de las artes escénicas. Este teatro de ópera, antiguamente teatro municipal, fue construido en el siglo XIX en un impresionante estilo grecorromano y acogió su primera representación en 1825. Tras sufrir un incendio veinte años más tarde, se reconstruyó por completo en sólo 6 meses. Efectivamente, los habitantes de Aviñón no bromean cuando se trata de cultura… Hoy en día, el teatro de ópera ofrece actuaciones de danza, teatro, ópera y música, y llega a un gran número de aficionados gracias a la variedad de sus espectáculos. Ni que decir tiene que es uno de los escenarios que acoge el festival, en su magnífico auditorio al estilo italiano. Por si no lo sabías, el Festival de Aviñón es el mayor acontecimiento mundial dedicado al teatro y al espectáculo en vivo. Fundado en 1947, es el festival más antiguo y el más famoso de Francia. Acoge a más de 120.000 espectadores que asisten a las actuaciones de pago, acontecidas en más de 30 escenarios repartidos por toda la ciudad. El escenario más representativo es el Patio de Honor del Palacio de los Papas. Desde 1967, el festival se ha visto complementado por el “Off festival”, un festival alternativo de artes escénicas que suele celebrarse al mismo tiempo. De hecho, en dicho festival, diversas compañías independientes ofrecen sus espectáculos en un centenar de lugares de la ciudad y sus alrededores, ya sean teatros, restaurantes, carpas o lugares extraoficiales como garajes, jardines, patios de colegios o incluso viviendas. Durante el festival Off se venden casi dos millones de entradas. Como puedes imaginar, la ciudad se llena de visitantes durante este periodo, y sobre todo ofrece espectáculos culturales para todos los gustos. El teatro de la ópera, por ejemplo, acoge numerosos espectáculos durante las tres semanas de festividades. A su llegada, los visitantes son recibidos por las dos estatuas que rodean la entrada y que representan a Molière y Corneille, dos de los dramaturgos franceses más famosos.