Granero de sal

Después de cruzar las murallas por la puerta de la Ligne, encontrarás uno de los edificios más antiguos de la ciudad, situado justo a tu izquierda. Se trata de un antiguo almacén de sal construido originalmente en el siglo XIV y que aún hoy conserva su estilo Luis XV. Ha sido varias veces destruido y reconstruido, pero la actual versión  diseñada por el arquitecto Jean-Ange Brun, data de 1758. Como su nombre indica, se empleaba para almacenar sal, un bien muy preciado en aquella época. Clasificado como monumento histórico en 1984 y restaurado por Jean-Michel Wilmotte en 1989, en el año  2018 se convirtió en un centro cultural y un espacio de encuentro para el arte y la innovación. Con su variado programa cultural, busca crear un vínculo entre el arte, la ciencia y la tecnología, con el fin de hacer reflexionar sobre el mundo del mañana. Si te interesa este concepto, echa un vistazo a su programación, que incluye espectáculos, exposiciones, talleres y encuentros que seguro te encantarán.