Plaza del Reloj

Monumento emblemático de Aubagne, la Torre del Reloj se alza imponente en la plaza del mismo nombre, mostrando sus hermosas piedras rojas y su campana, que puede verse en toda la ciudad. Originalmente, la torre formaba parte de las fortificaciones de la ciudad: en el siglo XIV, se utilizaba para vigilar los alrededores y proteger a los habitantes en caso de ataque enemigo. En 1606, se instaló una campana para tocar las horas y convocar al Consejo Municipal. Más tarde, la campana fue sustituida por relojes, para que todos los habitantes pudieran saber la hora en todo momento. Pero en el siglo XIX, la zona que rodeaba el monumento se dejó deteriorar y pronto se volvió insalubre. Entonces se demolió por completo, llevándose consigo la torre. Pero no por mucho tiempo, ya que en 1900 comenzó la construcción de una nueva. Se utilizaron piedras de la antigua para formar los cimientos, luego se añadió piedra de las canteras de Bédoule y ladrillos pulidos de las fábricas de Aubagne para formar la obra que tienes ante ti. Con un reloj en cada uno de sus lados y una campana en lo alto, la Torre del Reloj ha recuperado su antiguo esplendor, ¡y ha conquistado tanto a los habitantes de Aubagne como a los visitantes!