La prisión de Sócrates

Ce point d’intérêt est disponible en audio dans le circuit: Visitar Atenas, Tras las huellas de la civilización occidental
Fundador del pensamiento libre y de la filosofía, Sócrates es una figura emblemática, estrechamente ligada a la antigua Grecia y a Atenas en particular, ya que fue aquí donde nació y vivió. Nacido en el siglo V a.C., hacia el año 470 a.C., se dice que este filósofo de fama mundial murió aquí, en la colina de Filopapo, en este extraño edificio que en su día se utilizó como prisión. Pero empecemos por el principio: estamos en el corazón del mundo antiguo y Sócrates era hijo de una comadrona y un cantero, que intentaron enseñarle sus habilidades. Pero Sócrates prefería deambular por la antigua Ágora, la plaza principal de la ciudad, charlando con los habitantes e intentando comprenderlos. A los 18 años se hizo ciudadano, un privilegio que entonces no estaba al alcance de todos. Rápidamente, se convirtió en un filósofo muy conocido en toda la ciudad, aunque no gozaba del aprecio de algunos de los habitantes, que le tenían poco respeto como ciudadano debido a su físico poco atractivo. En aquella época, Atenas valoraba la belleza, y Sócrates ciertamente no cumplía los criterios, ya que era bajo y corpulento. Durante sus largas conversaciones en el Ágora, desarrolló un método de enseñanza que se sigue utilizando hoy en día, conocido como el método socrático, que consiste en hacer preguntas a sus interlocutores para averiguar lo que saben y lo que no saben, y así sacar a la luz la verdad desafiando sus ideas preconcebidas. Esta técnica no contó con la aprobación unánime, y Sócrates provocó la ira de varios atenienses que consideraban que mostraba poco respeto por las instituciones de la ciudad. Desde el punto de vista militar, participó en varias batallas de la Guerra del Peloponeso, saliendo victorioso y recompensado por su valor. Pero eso no le impidió encontrarse, a la edad de 70 años, acusado de faltar al respeto a los dioses de la ciudad y de corromper a los jóvenes. Durante su juicio, utilizó su propio método para defenderse, con ironía y seguridad, lo que no gustó a sus acusadores. Estos consideraron su comportamiento como una impertinencia, lo que le llevó a ser condenado a muerte por una votación de solo 3 votos entre los jueces. Sus amigos le aconsejaron que huyera, pero él respondió que “prefería sufrir la injusticia antes que cometerla”, aceptando su destino sin discusión. Tras un mes en prisión, fue obligado a beber un veneno tóxico para suicidarse. Al no haber dejado constancia escrita de sus ideas filosóficas, fueron sus discípulos, Platón y Jenofonte, quienes difundieron las ideas de Sócrates a través de sus escritos. Aún hoy se considera a Sócrates el fundador de la filosofía moral, y el propio Platón lo llamó el más sabio y justo de los hombres.

Découvrez Atenas avec l’application navaway®
Une navigation interactive à travers les plus belles rues, places et quartiers
29 audioguides ludiques avec commentaires historiques, anecdotes et quelques mystères
Comentarios