Arco de Adriano

La Puerta de Adriano, o Arco de Adriano, es un arco de triunfo romano construido en el siglo II d.C. en honor de Adriano, el gran emperador que llegó a Atenas en el año 131. En su día marcaba el límite entre la ciudad romana, que acababa de construirse bajo el reinado de Adriano, y la ciudad antigua. El arco, de 18 metros de altura, lleva dos inscripciones que delimitan claramente la ciudad antigua y la nueva, en un lado se lee “Esta es Atenas, la antigua ciudad de Teseo” y en el otro “Esta es la ciudad de Adriano, no de Teseo”. La puerta rinde homenaje a dos de los más grandes gobernantes de Atenas que dejaron su huella en la historia de la ciudad: el rey Teseo y el emperador Adriano. Detrás de esta puerta monumental se encuentra uno de los monumentos más emblemáticos de Atenas, el famoso Templo de Zeus, conocido como el Olimpeion. Aunque solo quedan unas ruinas, entre ellas algunas de sus columnas, el Templo de Zeus nos transporta al siglo VI a.C., cuando comenzó su construcción, al recinto dedicado al Dios de los Dioses, dueño del universo. Tras varios siglos de construcción, ¡fue el templo más grande jamás construido en Grecia! En aquella época, estaba formado por 104 columnas corintias de 15 metros de altura, casi 100 metros de longitud y 40 metros de ancho. Al fin y al cabo, era necesario honrar al Dios de todos los dioses… Para visitar este emblemático vestigio, necesitas una entrada.